Texto creado por la poetisa Marina Tapia y recitado por Hilda Campos Contardo.
RAZÓN DEL DESEMBARCO
I
Estoy aquí, Granada, ante tus cielos amplios,
ansiosa,
seca,
náufraga.
He llegado
con mi atril-ataúd,
con las ceras que no arden,
y este hato de ropas sin savia,
hasta tu fortaleza de leones,
hasta el olor a almizcle y hierbabuena.
Voy por tus casas blancas
desnuda, para asir
la luz que nos regalas cada día.
Escondo en las ranuras de tus muros
mi plegaria, el dolor
que creció como fruto.
Y abres
tu máquina de hacer atardeceres
a este perfil deshecho en la avidez.
Ha sido necesario
bajar a tus baldosas,
librar esta batalla con la sombra,
para volver a mí
por tu camino.
II
Él me mostró Granada entre la bruma,
me dijo que la Alhambra
domesticaba al sol si es necesario,
él me buscó un refugio entre la piedra.
Y la luna de Lorca
de lejos tutelaba los enjambres.
Grité en el Sacromonte
con esa voz quebrada del gitano
y abrí, por fin, la jaula de mi risa.
Quédate en mí, Granada,
acaso te complazca que me vuelva
alpiste, agua, fuente de unos versos,
acaso
mi corazón de agujas te remiende.